A journey to the "Compás Flamenco"
Musicians from other music styles drive them crazy when they try to get deep into the flamenco music rhythm. It cannot be written, nor explained either, you just can feel it.
Musicians from other music styles drive them crazy when they try to get deep into the flamenco music rhythm. It cannot be written, nor explained either, you just can feel it.
En un determinado momento me pregunta una alumna ¿pero cómo
se toca esto, fuerte, piano......?.
Esta alumna provenía de la música clásica y estaba
introduciéndose en el flamenco, de ahí que utilizase esos términos. Pues bien,
el flamenco tiene algo que no se escribe, que son las “dinámicas”, o sea la
intensidad con laque se desarrolla una frase musical. Esta dinámica solo se
puede aprender por transmisión sonora, o sea escuchando. Y aquí precisamente es
donde la mayoría de los músicos que provienen de otras músicas se sienten
incómodos.
Al igual que un “Gallego” o un “Italiano” tienen su propia
cadencia cuando hablan, el flamenco tiene sus propias dinámicas. Esto es algo
que se adquiere viviendo dentro de ese vocabulario, en concreto dentro
de esa cultura. En la expresión flamenca va implícita una
forma de sentir la vida. Todo es música pero no toda la música es “Flamenco”.
El flamenco no son notas, ni acordes ni ritmos concretos, es algo más que hay
que encontrarlo en las personas que han desarrollado o desarrollan ese arte.
Existen personas al otro lado del mundo que suenan a
flamenco, y eso es así porque sienten la vida del
mismo modo que una persona de Cádiz. Esa es la grandeza del
arte, es humano y conecta a las personas.
Al igual que dos personas se enamoran siendo de diferentes
países y culturas, con el flamenco sucede algo parecido, no es estrictamente
necesario que seas de un lugar concreto para sentirlo.
Lógicamente en la mayoría de los casos no sucede así.
Siempre será más fácil que el flamenco lo sienta de una forma más cercana quien
esté inmerso en esa cultura que quien esté en Australia. La historia de cada
país determina el comportamiento de sus habitantes y por lo tanto su forma de
sentir las cosas. Existen países donde sus gentes son más recias o más dulces y
esto hace que a la hora de expresarse mediante cualquier arte se note. El
compás flamenco es algo que antes de ser escrito en solfeo debería ser
aprendido solo escuchando.
No se debe racionalizar, solo escucharlo y repetirlo. Algo
suena flamenco porque nos sorprende, porque sus variaciones de volumen son
sorpresivas, porque donde no te lo esperas el guitarrista pasa de un estado de
tranquilidad a uno de agitación y fuerza, en definitiva porque interpreta la
música con tanta emoción que aparece el “pellizco”. Todo ello de la mano del
compás flamenco, que suena candencial, repitiendo las figuras rítmicas hasta la
saciedad para llevarnos al trance, para que cuando creemos que ya estamos
cómodos sorprendernos con algún remate y levantarnos de la silla un palmo.
Soniquete, pellizco, flamenco......
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